Claudia Casarino, Fredi Casco, Ricardo Migliorisi y Osvaldo Salerno

Asunción

Asunción

El Paraguay es una isla rodeada de tierra en el corazón del continente, definió Augusto Roa Bastos. El arte erudito de Asunción puede pensarse como otra isla, rodeada por el arte popular que, a veces, lo contamina y singulariza dentro de la globalización.

A fines de los años sesenta, Ricardo Migliorisi (Asunción, 1948 - 2019) emprende búsquedas vitales a través del dibujo, sostenidas en la sensorialidad de la cultura psicodélica. Consciente de los aspectos periféricos del arte paraguayo asume un lenguaje propio para elaborar una imagen híbrida tanto en su contenido como en sus formas derivadas del surrealismo y el pop, la cultura hippie y el mundo del espectáculo. Su obra se consume en el propio acto creativo afirmado en la constancia de la pulsión erótica; una sexualidad jocosa que afirma la libertad individual y el goce de los cuerpos en la cerrazón de la dictadura. Frente a los cuerpos controlados presenta cuerpos híbridos, mezclados, mimetizados en bestias y objetos, donde lo femenino se entrelaza con lo queer. Es el salto del arte paraguayo a una contemporaneidad bizarra, en los múltiples sentidos de este término.

En la obra de Osvaldo Salerno (Asunción, 1952) el momento crucial no es cuando imprime su cuerpo, sino el proceso que conduce a considerar esa decisión como su principal estética. Sus primeros grabados afirman la intención de trabajar sobre lo real desde la idea de “impresión”, del valor del entintado. Las obras de los años setenta piensan la seriación y el desmontaje. Un leve desequilibrio puede alterar el orden de la secuencia, y generar incertidumbre sobre la estabilidad del mundo real y su representación. Si es plausible asociar sus impresiones de llaves, candados, mangas como una metáfora de la opresión, cuenta también la innovación del procedimiento técnico en obras como A Villard de Honnecourt, obrador medieval y Cartel, entre otras. La impresión de los objetos y la secuencia de desmontaje (como en La ventana) antecede a  las impresiones corporales, que culminan con Sudario en los años noventa. La Suite Vollard es su contraparte exacta: despliegue de la sexualidad como antítesis de la desaparición que los cuerpos torturados anunciaban. No hay, sin embargo, idea del goce: la erección y el descanso del pene semejan ritmos de producción más que de placer. Salerno, al fin de cuentas, asume el grabado como una cuestión teórica sobre la multiplicación.

Fredi Casco (Asunción, 1967) trabaja en los cruces entre el registro de la memoria y la política. En las series El retorno de los brujos –título del difundido libro Louis Pauwels y Jacques Bergier sobre civilizaciones perdidas, extraterrestres y esoterismo nazi- con fotografías halladas en los mercados de Asunción elabora un discurso sobre política, poder y cotidianidad mundana durante el régimen dictatorial de Stroessner. En el primer volumen el doble y la máscara de gas rediseñan la imagen original revelando el terror oculto de los actos protocolares. En el segundo volumen la idea de la duplicación se separa del recurso visual, se trata ahora de una operación entre imagen y texto. El relato familiar sobre el encuentro con Graham Greene en Asunción en 1969 es el punto de partida para construir una ficción que juega tanto con la memoria familiar, el archivo policial y social como con las novelas de la Guerra Fría. La fuente oral, cargada de subjetividad, es objetivada por el artista mediante la pesquisa de archivo. La novela Viajes con mi tía de Greene –que en parte transcurre en el Paraguay- fue llevaba al cine por George Cukor en 1972. De cierta forma, las fotografías de Casco recuerdan el clima cinematográfico tamizado por la tardes frente a la televisión familiar de los setentas. 

Apyte Ao de Claudia Casarino (Asunción, 1974) es una instalación de vestidos de lienzo de algodón crudo que se enrollan en sus bases. Lo textil en el Paraguay ha sido asociado a la mujer popular, generadora del sustento doméstico desde la colonia al presente. No se trata aquí solo de vestimentas desplegadas en el espacio. Casarino interpela desde los vestidos a la mujer como fuerza de trabajo. El largo de las telas al enrollarse en el piso postula una idea circular del tiempo, a la par que contrasta con la tensión liviana de las telas al estar colgadas. Esos imposibles cuerpos ausentes hacen más aguda la presencia de lo femenino como cuestionamiento al sistema patriarcal. En el tardocapitalismo el poder ejerce su hegemonía haciendo invisible al otro, condenándolo al silencio. Casarino genera una belleza extraña de cuerpos ausentes mediante las largas telas colocadas en círculo como si estuvieran ubicadas para un antiguo rito, para una ronda, como el abrazo común sobre el que se levantan las causas de igualdad.

 

Roberto Amigo

Historiador del Arte, investigador y docente del Instituto del Desarrollo Humano (UNGS) y de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA)

 

 

Claudia Casarino (Asunción, 1974)

Artista visual. Cursó la carrera de Artes Visuales en el ISA de la Universidad Nacional de Asunción. Ha realizado estudios de escultura, grabado y dibujo en Nueva York y en Londres. Expone desde 1998, habiendo participado en cinco ediciones de la Bienal del Mercosur, la Bienal de La Habana, de Tijuana, de Busán, de Cuenca, de Curitiba, de Argelia y de Venecia, así como las trienales de Chile y Puerto Rico; y en diversas muestras en galerías, museos y centros culturales de Asunción, Santiago, São Paulo, Buenos Aires, Bogotá, Madrid, Barcelona, Milán, Amán y Londres, entre otros. Su trabajo está incluido en las colecciones del Museo del Barro de Asunción, Victoria & Albert Museum de Londres, BID de Washington DC, Spencer Museum de Lawrence y Casa de las Américas de La Habana. Desde el año 2006 es directora de la Fundación Migliorisi, Asunción.

 
Fredi Casco (Asunción, 1967)

Artista visual y escritor. Su trabajo ha sido presentado en exposiciones como la III y V Bienal del Mercosur, en Porto Alegre en 2001 y 2005; la Bienal de Valencia en España en 2007; Efecto Downey en la Fundación Telefónica en Buenos Aires en 2006; la Segunda Bienal de Arte Contemporáneo en Thessaloniki, Grecia en 2009, la 10ª Bienal de La Habana, Cuba en 2009, la 55 Bienal de Venecia, y América Latina 1960-2013. Fotografías en la Fondation Cartier pour l´art contemporain (París) en 2013. Sus trabajos son parte de las colecciones permanentes de la Fondation Cartier pour l´art contemporain, el Metropolitan Museum of Art (Nueva York, Estados Unidos), la colección Stanislas y Leticia Poniatowski (Bogotá, Colombia), CAV/Museo del Barro (Asunción, Paraguay). En 2013, ha realizado con Renate Costa la película Revuelta(s) para la Fondation Cartier pour l’art contemporain. Integra el comité editorial de la revista sudamericana Sueño de la Razón, es co-fundador de Ojo Salvaje, Mes de la Fotografía en Paraguay, y co-fundador de la editorial independiente Ediciones de la Ura, Asunción.
 

Ricardo Migliorisi (Asunción, 1948 - 2019)

Pintor, vestuarista, escenógrafo y arquitecto. Se formó en el taller de Cira Moscarda, y en grabado con Livio Abramo. Cursó la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Asunción. Ha realizado exposiciones individuales desde 1974 en Asunción, Medellín, Lima, Roma, París, Graz, Montevideo, entre otras. Participó de la Bienal Iberoamericana de Medellín de 1968, en la Bienal de Grabado de San Juan en 1979; en las bienales de Cuenca, Cali y La Habana. Sus trabajos se encuentran en colecciones privadas de España, Estados Unidos, Venezuela, Uruguay, Argentina, México, Italia, Brasil, Perú, Suecia, Japón, Honduras, El Salvador, Colombia, Francia, Ecuador, Chile, Holanda, Alemania y Paraguay. Ha sido merecedor de varios premios, entre otros el de Afiches (Naciones Unidas, 1972); el  Benson & Hedges (Asunción, 1982); y el de la Bienal del Papel (Buenos Aires, 1986).

 

Osvaldo Salerno (Asunción, 1952)

Arquitecto, grabador, diseñador gráfico, curador y museógrafo. Director y cofundador del Museo del Barro, Asunción. Estudió arquitectura en la Universidad Nacional de Asunción. Tomó cursos de grabado con Oscar Manesi y Alfredo de Vincenzo, Buenos Aires, Argentina. Hizo cursos de ilustración en la Academia de San Fernando, Madrid, España. Expone individualmente de manera regular desde 1974 en Asunción. Expuso individualmente en Madrid, Barcelona, Curitiba, Guatemala, Concepción y Santiago de Chile, entre otras. Participó de la Bienal de Valencia, Bienal del Mercosur, Trienal de Chile, entre otras. Su obra se encuentra representada en museos y colecciones de España, Irak, Argentina, Perú, Brasil, Colombia, Chile y Paraguay.  Museógrafo del Archivo del Terror, en la Corte Suprema de Justicia. Fue Director General del Patrimonio Cultural de la Secretaría Nacional de Cultura.

 

Herlitzka + Faria agradece a las galerías Mor Charpentier, París, y a María Casado, Buenos Aires, por su colaboración con las obras de Fredi Casco y Claudia Casarino respectivamente.